

"Mayo" Zambada, cofundador del cartel de Sinaloa, se declara culpable en EEUU
Ismael "Mayo" Zambada, cofundador del poderoso cartel de Sinaloa en los años 80, se declaró culpable de narcotráfico este lunes ante la justicia estadounidense, una decisión con la que evita ir a juicio, pero que podría llevarle a pasar el resto de sus días en la cárcel, como su exsocio Joaquín "Chapo" Guzmán.
Zambada, que dijo tener 75 años y no 77 como se había informado hasta ahora, fue según la justicia estadounidense uno de los "más prolíficos y poderosos narcotraficantes del mundo". Fue detenido el 25 de julio de 2024 en suelo estadounidense tras llegar, según denunció, emboscado por un hijo del Chapo, Joaquín Guzmán López.
"Culpable", dijo Zambada en español con voz casi inaudible, de los cargos de empresa criminal continuada entre 1989 y enero de 2024, y conspiración en grupo criminal para lavar de dinero, perpetrar asesinatos, secuestros y tráfico de drogas entre el 1 de enero de 2000 y el 11 de abril de 2012.
Zambada pidió perdón a "quienes han sufrido" por sus acciones y reconoció que "la organización que dirigía promovió la corrupción" en México, "pagando sobornos a policías, comandantes militares y a políticos".
También debe pagar una multa de 15.000 millones de dólares.
El juez instructor Brian Cogan fijó para el 13 de enero de 2026 el anuncio su sentencia, aunque dejó claro desde ya que el primer cargo es pasible de cadena perpetua.
Zambada, que afirmó tomar medicamentos para el dolor de rodillas, expresó ante el juez que es consciente de que con el acuerdo de culpabilidad renuncia a sus derechos constitucionales de ir a juicio y de apelar una posible sentencia desfavorable.
En su mea culpa, Zambada, que admitió haber enviado "1.500 toneladas" de cocaína a Estados Unidos y que nunca había consumido drogas, reconoció que sus acciones "constituyen graves violaciones de las leyes antidroga de los Estados Unidos" y "acepta toda la responsabilidad" por el mal que hizo.
La fiscalía había anunciado a principios de agosto que renunciaba a pedir la pena de muerte en su caso, pese a que Zambada no estaba amparado por un acuerdo de extradición con México, que excluye la pena capital.
Su abogado Frank Pérez, aseguró que el pacto con la fiscalía "no es un acuerdo de cooperación".
"Puedo afirmar categóricamente que no existe ningún acuerdo por el que esté cooperando con el Gobierno de los Estados Unidos ni con ningún otro gobierno", dijo en una declaración enviada a la AFP tras la audiencia.
- Llamado a la calma -
"Mi cliente (...) hace un pedido a la población de Sinaloa para que mantenga la calma, actúe con moderación y evite la violencia", ante la guerra desatada entre su clan y los herederos del Chapo que ha dejado más de un millar de muertos.
"El derramamiento de sangre no sirve para nada, solo profundiza las heridas y prolonga el sufrimiento. Insta a su comunidad a mirar hacia la paz y la estabilidad para el futuro del estado", señala.
El Chapo fue condenado a cadena perpetua en Estados Unidos tras un mediático juicio en 2018.
"Esta resolución marca el cierre de una de las últimas grandes persecuciones judiciales de líderes del cartel de Sinaloa en Estados Unidos", reconoció el fiscal del Tribunal del Distrito Este de Nueva York, Joseph Nocella, tras anunciarse el acuerdo de culpabilidad.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, el presidente Donald Trump ha redoblado las amenazas a México con elevados aranceles para que detenga el contrabando de drogas, en particular el de fentanilo, causante de decenas de miles de muertos por sobredosis en Estados Unidos.
En las últimas semanas, el gobierno estadounidense ha desplegado fuerzas navales en el Caribe para luchar contra los cárteles latinoamericanos, en particular el cartel de Sinaloa y el venezolano Tren de Aragua, que Washington designó como organizaciones "terroristas globales".
A mediados de agosto, las autoridades mexicanas entregaron a Estados Unidos a 26 presuntos narcotraficantes de alto perfil que se suman a otro grupo de 29 entregados en febrero, entre los que se encuentra el veterano capo Rafael Caro Quintero, acusado por el homicidio del agente de la DEA Enrique "Kiki" Camarena, en 1985.
Pese a que sus jefes históricos están en la cárcel en Estados Unidos, el cartel de de Sinaloa, considerado como la mayor organización de narcotráfico del mundo, sigue operando a través de nuevas generaciones y redes logísticas asentadas en ambos lados de la frontera.
P.Wood--VC