

Kleber Mendonça Filho: "'El agente secreto' fue dura y difícil de rodar" pero "una experiencia muy feliz"
"El agente secreto" es una película "extremadamente dura y difícil" de rodar pero una "experiencia muy feliz con los actores", dijo a AFP el director de cine brasileño Kleber Mendonça Filho, que compite por la Palma de Oro en Cannes.
El director se declara "impresionado" ante la buena acogida en el festival de su más reciente película, una palpitante cinta de suspense político y policial que cosechó una larga ovación en su estreno el domingo.
La película, de 2H40, está ambientada en los años 1970 y narra el regreso de un profesor universitario (Wagner Moura) a la ciudad de Recife para reunirse con su hijo pequeño, a pesar del peligro que corre en plena dictadura militar.
PREGUNTA: ¿Es su película más ambiciosa?
RESPUESTA: Es curioso porque cada película trae nuevas reacciones. Todas mis películas fueron muy difíciles de hacer, fueron muy ambiciosas.
"Bacurau" fue un desafío a la hora de recuperarse físicamente de los esfuerzos de la producción.
"El agente secreto" es extremadamente dura y difícil, pero fue una experiencia muy feliz con los actores. Y es una película muy personal. Estoy muy feliz y un poco impresionado por la recepción.
P: La película es un espejo de la diversidad de Brasil. ¿Qué representan esos personajes para usted?
R: Son una buena muestra de tipos humanos que forman parte de la historia, no solo de la historia, sino de mi historia, de la forma en que veo Brasil.
Me gustan mucho las caras de la película, la colección de rostros: hay personas indígenas negras, la mezcla de blanco, negro e indígena, personas altas y bajas y gordas, delgadas y guapas y feas, sin dientes con dientes. Me gusta mucho esta variedad humana.
Y es Brasil dentro de un contexto histórico también. En el 77, Brasil cumplía 90 años de la abolición de la esclavitud. Es un dato interesante. No es la misma relación con la raza que tenemos hoy. Son 50 años en los que hemos mejorado un poco, aunque aún en un país muy racista.
P: "El agente secreto" llega tras "Aún estoy aquí", de Walter Salles, que ganó el primer Óscar (a la mejor película internacional) en la historia del cine brasileño. ¿Teme que ese éxito le estorbe?
R: No me parece que sea una acción de sumar y restar. Más bien son como dos hermanos muy diferentes. Creo que "El agente secreto" llega para expandir un universo que ya fue presentado en la película de Walter.
P: Usted ha aprovechado la buena recepción en Cannes para pedir cambios en el cine brasileño. ¿Cuáles deberían ser esos cambios?
R: Creo que la sala de cine construye el carácter de una película.
Mis películas han tenido un impacto muy bueno en las salas de cine. "Retratos fantasma", mi película anterior, que es un ensayo, fue vista por casi 100.000 espectadores.
Así que creo que esta película tendrá una buena exposición en las salas de cine. Pero ese es un problema que Brasil debe resolver. Una política pública de inversión en la formación de público y en la construcción de salas de cine populares, porque tenemos pocas buenas salas populares en Brasil.
P: Desde fuera uno tiene la impresión de que el cine brasileño es una gran familia, todo el mundo se apoya. ¿Lo ve usted así?
R: Creo que sí en términos generales. Walter, por ejemplo, es extremadamente generoso. Creo que él está siguiendo mucho "El agente secreto" en estos momentos, estamos intercambiando mensajes. Y yo también soy programador de salas. Es algo que amo hacer desde 1998, ya son casi 30 años. Me encanta descubrir cortometrajes de jóvenes realizadores de largometrajes y reunir las películas.
K.Sidhu--VC