

La feria Art Basel refleja el estado agitado del mundo en su nueva edición
La feria de arte de Basilea dibuja este año un retrato de un mundo agitado, mezclando grandes instalaciones sobre la búsqueda de la felicidad con obras sobre la fragilidad de las democracias.
Fundada en 1970 por el marchante de arte Ernst Beyeler y otros dos galeristas de Basilea, Art Basel es uno de los principales acontecimientos anuales del mundo del arte contemporáneo.
Además de Basilea y París, otras dos ediciones del evento se celebran en Hong Kong y Miami.
En su parte dedicada a obras monumentales, la feria presenta este año una instalación de 85 metros de largo titulada "The Voyage - A March to Utopia" (El viaje - Una marcha hacia la Utopía).
La obra, realizada por el taller del artista holandés Joep van Lieshout, incluye 80 grandes esculturas que forman una procesión de objetos absurdos, donde "todos se mueven en la misma dirección", en "camino hacia un mundo feliz", explicó el artista a AFP.
Otra de las obras es del artista español Jaume Plensa, compuesta por 21 puertas en las que están grabados los artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948.
La obra, llamada "Forgotten Dreams" ("Sueños olvidados"), nos invita a contemplar las aspiraciones colectivas y a no olvidar los horrores del pasado.
El artista danés Danh Vo, nacido en Vietnam, instaló una enorme bandera de Estados Unidos hecha de troncos de madera, y decorada con 13 estrellas de acero, en referencia a la primera versión de la bandera estadounidense de 1777.
La obra fue creada en 2020, durante la campaña electoral que enfrentaba a Donald Trump con Joe Biden, y ha sido reconstruida para presentarla este año en Art Basel.
En su primera versión los troncos fueron retirados gradualmente y quemados en chimeneas, haciendo desaparecer gradualmente la bandera.
El artista quería expresar una alegoría del frágil estado del proyecto democrático estadounidense.
- Performance -
Cada año, la Feria de Arte de Basilea acoge una sección de piezas monumentales destinadas a museos y grandes colecciones.
Esta sección, llamada 'Unlimited', también incluye obras más antiguas, como una performance creada en 1991 por Félix González-Torres, un artista estadounidense de origen cubano que murió de sida en 1996.
La obra no tiene título pero se conoce como "Go-Go Dancing platform".
La performance consiste en que dos veces al día un hombre vestido con pantalones cortos plateados baila durante unos minutos en un podio.
"Es interesante volver a verla", dijo a AFP Giovanni Carmine, curador de Unlimited.
El artista había creado esta obra poco después de la muerte de su compañero, "en un contexto que también era muy reaccionario", donde algunos hablaban del sida "como un castigo divino".
La sala de exposiciones de Art Basel cuenta este año con 67 obras, entre ellas tres ángeles del escultor alemán Thomas Schütte, que expresa "cierta ambivalencia", apunta Carmine.
El artista japonés Izumi Kato aporta por su parte un toque de poesía con sus estructuras de piedra, pintadas con rostros enigmáticos, inspirándose en la tradición japonesa según la cual "cada piedra contiene un espíritu", explicó él mismo a AFP.
Y la estadounidense Arlene Shechet juega con los contrastes, con una pesada escultura abstracta de color naranja diseñada para dar una impresión de ligereza a pesar de su peso.
"La situación política actual es sombría", dijo a AFP, por lo que "estoy aportando ligereza y color".
L.Bennett--VC