

Protestas propalestinas eclipsan el duelo entre Vingegaard y Almeida en la Vuelta
La Vuelta de España llega esta semana al envite definitivo con el duelo entre Jonas Vingegaard, que porta el maillot rojo de líder, y Joao Almeida en segundo plano por las protestas propalestinas contra la presencia de la formación Israel-Premier Tech.
En su segundo día de respiro, la ronda española se encuentra en medio del foco mediático no por la batalla final entre los dos ciclistas más en forma de la carrera, sino por motivos políticos ante lo que está ocurriendo en Gaza.
La última semana debería estar marcada por la crono individual de Valladolid el jueves y la etapa del sábado que acaba en la escalada a la Bola del Mundo, como citas más destacadas, antes de poner punto y final el domingo en Madrid.
Pero, las continúas protestas desde que los corredores tocaron suelo español se han ido produciendo por la participación del equipo Israel-Premier, que decidió eliminar el sábado el nombre del país en su uniforme para rebajar la tensión.
- Peligro para la seguridad -
Aun así, el domingo, un manifestante provocó la caída de los corredores Javier Romo y Edward Planckaert, poniendo de nuevo el foco en el tema de la seguridad, tanto de los ciclistas como de los propios espectadores.
"Este tipo de acciones no se pueden tolerar", ya que "provocan daños físicos a los corredores y ponen en peligro la integridad de los ciclistas, del público y de la propia persona que las provoca", denunció el director general de la Vuelta, Javier Guillén.
"Reconocemos el derecho de todos a manifestarse pacíficamente en la Vuelta, pero lo que no podemos es permitir invasiones o cualquier acción que ponga en peligro la seguridad", prosiguió el responsable de la carrera.
Varias personas terminaron arrestadas y se tuvo que colocar una doble valla en la meta para evitar asaltos.
La organización de la Vuelta ya tuvo que suprimir los últimos tres kilómetros de la etapa con final en Bilbao por el temor de que manifestantes propalestinos invadieran la zona de meta.
Algunos medios han informado también que los activistas han llegado a piratear la señal de Radio Vuelta para difundir mensajes propalestinos a través de la emisora oficial de la carrera.
La tensión que se vive alrededor de la carrera ha provocado incluso especulaciones sobre la posibilidad de que la carrera acabe el sábado y no se corra la etapa en Madrid por miedo a nuevas protestas.
Sin embargo, la organización desmintió a la AFP "las informaciones publicadas sobre una posible suspensión de la etapa 21".
También precisó que la decisión de no permitir el acceso del público al último kilómetro de la etapa del sábado, en la subida a la Bola del Mundo, se debe a las quejas de los ecologistas por la suciedad que se ha dejado en otras ocasiones.
- "Foro donde ser escuchados" -
Sobre este asunto espinoso, Vingegaard, que mantiene una ventaja de 48 segundos sobre Almeida en la general, expresó su opinión en una entrevista con la televisión danesa TV2 el domingo.
"En relación a la discusión sobre las protestas, sabes, la gente lo hace por un motivo, lo que está pasando actualmente es horrible", respondió el ciclista escandinavo tras ser preguntado sobre la seguridad de los corredores.
"Pienso que quienes están protestando lo hacen aquí porque necesitan un foro donde ser escuchados. Necesitan que los medios les den el espacio y la posibilidad de ser escuchados, y por eso lo hacen aquí", subrayó Vingegaard.
El doble vencedor del Tour ha ganado dos etapas, pero afronta la semana decisiva sin haber sentenciado la carrera.
Otra batalla se dará en el corredor que ocupará el último peldaño del podio. De momento, hay tres competidores en liza: el británico Tom Pidcock saca 32 segundos al australiano Jai Hindley y 52 segundos al austríaco Felix Gall.
El martes, la carrera se reanudará con una etapa de media montaña, entre Poio y Mos con cuatro puertos, uno de ellos de primera categoría y otros dos de segunda.
D.Wilson--VC