

EEUU deja la puerta abierta a normas más estrictas sobre los químicos eternos
Un día después de anunciar la eliminación de algunos límites existentes a los llamados "químicos eternos" en el agua potable en Estados Unidos, el gobierno del presidente Donald Trump no descarta imponer normas incluso más estrictas a estas sustancias que tardan millones de años en degradarse.
Investigaciones recientes han descubierto que casi 158 millones de personas en Estados Unidos tienen agua potable contaminada con sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS por sus siglas en inglés).
Desarrollados por primera vez en la década de 1930 y apreciados por su fuerza, resistencia al calor y propiedades repelentes del agua y la grasa, los PFAS se han detectado en todas partes, desde las mesetas del Tíbet hasta el fondo del océano, y en la sangre de casi todos los seres vivos.
Estos compuestos químicos se han relacionado con problemas de salud como la disminución de la fertilidad, el cáncer y trastornos del comportamiento en los niños.
El gobierno de Joe Biden había impuesto controles en abril de 2024, que fueron considerados una respuesta a décadas de engaño de la industria. Pero el miércoles la Agencia de Protección Ambiental (EPA) anunció que mantendrá los niveles máximos para dos de estas sustancias y los eliminará para otras cuatro.
El jueves, sin embargo, el administrador de la EPA, Lee Zeldin, dijo que se decidió de forma temporal para responder a "un error de procedimiento".
Desde que regresó al poder en enero, Trump ha desmantelado medidas de protección medioambiental y prometido cambios en la política hídrica con una flexibilización regulatoria.
El gobierno de Biden había fijado en 10 partes por billón la concentración máxima permitida para los cuatro PFAS adicionales.
"Existe la posibilidad de que al final del proceso la nueva cifra sea inferior o superior", afirmó Zeldin. No dio plazos.
Una declaración que no convence a Melanie Benesh, de la oenegé Environmental Working Group.
El administrador Zeldin "hace como si no tuvieran más remedio que volver atrás y rehacer" todo de cero por un tema de procedimiento cuando en realidad "están haciendo una elección", es decir ponerse de parte de los que quieren menos regulación, declaró Benesh a la AFP.
D.Wilson--VC