

Trump celebra el Día Nacional de la Oración hablando de "vírgenes" y "sueños divinos"
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró este jueves el Día Nacional de la Oración con un evento en la Casa Blanca en el que habló de "vírgenes" y estuvo rodeado de líderes religiosos que pidieron que se le concedan "sueños divinos".
Un hombre incluso se arrodilló ante el republicano de 78 años durante la ceremonia celebrada en la Rosaleda de la residencia presidencial.
Líderes cristianos, judíos, musulmanes y de otras religiones cantaron el himno "Amazing Grace" mientras el multimillonario, casado tres veces, firmaba un decreto por el que creó la denominada Comisión para la Libertad Religiosa.
Trump ha adoptado un tono cada vez más devoto desde que sobrevivió a un intento de asesinato el año pasado. Incluso afirmó en su toma de posesión que había sido "salvado por Dios".
"Estamos recuperando la religión en nuestro país, y lo estamos haciendo de forma rápida y contundente", dijo este jueves el magnate republicano.
Añadió que Dios había respondido a las "oraciones" de los estadounidenses "porque ha puesto al frente de este país un gobierno que los hará sentir orgullosos de nuevo".
Trump ha tenido durante mucho tiempo una relación ambigua con la religión, sobre todo en medio de una serie de escándalos sexuales y una condena penal. También vendió biblias con la marca Trump por 60 dólares durante la campaña electoral.
Sin embargo, en el acto fue aclamado en términos casi mesiánicos.
"Rodéalo de protección divina sobrenatural", dijo la telepredicadora Paula White, asesora espiritual de Trump y directora de su recién creada Oficina de Fe.
Al encabezar una oración por Trump, White pidió un "reinicio espiritual" en Estados Unidos. "Concédele sabiduría más allá del entendimiento humano... y dale sueños y visiones divinos", clamó.
A pesar de sus diversos escándalos, los cristianos evangélicos continuaron apoyando a Trump en las elecciones de 2024, tal como lo hicieron en 2016. Este jueves les agradeció en el evento que duró 90 minutos bajo un sol abrasador.
Trump también dio las gracias a los numerosos votantes musulmanes que lo respaldaron el año pasado, convencidos por su promesa de poner fin al derramamiento de sangre en los conflictos activos en Oriente Medio.
Pero se desvió del tema y se explayó sobre la idea promovida en algunas corrientes del islam según la cual los mártires de su causa recibirán 72 vírgenes en el cielo.
Hablando de su encuentro con imanes en Michigan, donde hay una gran población árabe-estadounidense, Trump dijo: "Les pregunté: '¿Quieren morir?'. Me respondieron: 'No queremos morir'. Entonces les dije: '¿Y qué tal 38 vírgenes?'. Me contestaron: 'Eso es una tontería'".
J.Hughes--VC